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Mostrando entradas de mayo, 2022

¿Cómo expresarle mi gratitud a un paisaje?

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16 de mayo de 2022  Hoy he regresado al Sobrarbe. Mis ojos, emocionados y añorantes, han vuelto a mirar hacia sus grandes cumbres, perfiladas muy altas en el horizonte. Siguen ahí, magníficas. Mostrando sus potentes bastiones calcáreos, alzándose hacia el azul. Monte Perdido es el punto álgido. Lugares llenos de recuerdos. Descubrimientos, aventuras, ventiscas, paisajes desbordados de belleza, personas queridas. Muchas vivencias forjadas en las alturas de estas montañas. Monte Perdido fue el primer “tresmil” que ascendí. Su vertiente sur, muy concurrida, vigila el valle de Ordesa. Por su umbría, más venturosa de recorrer, todavía resiste un glaciar colgado hacia Pineta. Paisaje duro. Silencioso. Relieve muy vigoroso. Un caos de rocas calizas laceradas por el frío. Grietas en la nieve, franjas de hielo resplandeciente que siempre me evocaron potentes sentimientos. Allí arriba vibra la grandeza original de la tierra. Ascender glaciares siempre me impresionó. El simbolismo de la alta mont

Flores de alta montaña

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 15 de mayo de 2022 Sospecho que el magnetismo que he sentido siempre caminando por la alta montaña tiene que ver con la grandeza de los paisajes naturales intactos. Hoy he ganado altitud con el mínimo esfuerzo. Joaquín me ha llevado en su todoterreno por una pista que trepaba ladera arriba en el valle de Tena.   En un corto trecho disfruto muchos ambientes distintos. Mis ojos se alborozan. Voy recorriendo lenta y atentamente pastizales, pedrizas y neveros. Engalanando una nueva primavera, brotan flores maravillosas. Otorgan alegría al paisaje. Y a mi corazón. Sobre el pastizal verde destaca el azul vivo y penetrante de las gencianas. ¿Cómo surgen flores tan grandes y seductoras en ambientes tan fríos, con inviernos tan largos? ¿Cómo soportan las abundantes radiaciones ultravioletas que se sufren en altitud? Con tan poco tiempo efectivo ¿por qué exhiben estas sublimes flores? ¿A qué se debe este derroche de vistosidad, esa permanente fascinación de coloridos vivos y brillantes? Durante

Ciclos temporales y vitales

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  13 de mayo de 2022 Mi suegra Leonor todavía mide el paso del tiempo en forma de ciclo. La romería de Santa Elena, la fiesta de El Pilar, San Miguel, o Santa Orosia son referencias del ciclo anual. Su padre y hermanos trashumaban con el ganado. Vivir pegado a la tierra ayudaba a pensar el tiempo en forma de ciclos estacionales. Ahora que vivimos de espaldas a la naturaleza, tendemos a medir el tiempo linealmente. Como una flecha. Pasado, presente y futuro. Segundos, minutos, horas. Uno encuentra un equilibrio muy saludable en la contemplación simultánea de ambos modos temporales. El tiempo puede pensarse lineal o cíclicamente. Todo fluye. El movimiento constante, ordenado y paciente produce sus frutos. Repetir introduciendo pequeños cambios. Y volver a repetir con leves mejoras. Todo lo esencial parece cíclico. Se repite con tozuda constancia. Así funciona la vida. Cuando nuestros antepasados frotaron una vez un palo no lograron casi nada. Cuando lo frotaron muchas veces lograron una

¿Y si...?

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12 de mayo de 2022 Ayer le conté a mi madre que salía de Pamplona. Que me iba de excursión. Un breve paseo entre prados y bosques. Puso un gesto fosco. La noté nerviosa. Empezó a vislumbrar muchos peligros. ¿Y si te pierdes? ¿Y si tienes fiebre? ¿Y si te da un mareo? ¿Y si te entra el hambre? ¿Y si te tuerces el tobillo? ¿Y si te pica una avispa? ¿Y si te enfrías? ¿Y si llueve? ¿Y si la piel se te enrojece? ¿Y si te duelen las manos? ¿Y si no puedes conducir? Sobre la una y media, la primera vez que me he despertado esta madrugada, me encontraba en medio de una siniestra oscuridad. Me he notado muy azorado. Respiraba a gran velocidad. Mi mente miraba hacia barrancos escarpados. Con fondos impenetrables. Entre las sábanas, buscaba desesperadamente refugio al abrigo de la tormenta. A las tres de la mañana he vuelto a desvelarme. Dudaba. Me he descubierto fantaseando en la cama. Algo desorientado. Con cierta agitación interna. Haciéndome preguntas. ¿Y si el hígado no me funciona? ¿Y si ya

Galería de evocaciones del pasado

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 9 de mayo de 2022 Hoy he regresado a La Chantrea. He paseado por la calle Huarte Araquil. Hacía muchos años que no la pisaba. Muchas comunidades de vecinos han instalado ascensores hacia el exterior de la fachada. Al llegar al portal número 3, me he detenido. Desplazando lentamente mi mirada hacia cada una de las ventanas de cada piso. De izquierda a derecha y del primero al quinto, he tratado de recordar los nombres de quienes fueron mis vecinos durante las dos primeras décadas de mi vida. Llaves en mano, se ha acercado a la entrada del portal una mujer con una voluminosa bolsa de la compra. La he abordado para preguntar si seguían viviendo allí los Labairu. O la familia Zabaleta. O alguna hija de los Moreno. O quizás un nieto de los Zapata. La señora, muy amable, me ha contado que lleva residiendo 25 años aquí. Que conoce perfectamente a todos los vecinos actuales del portal. Pero ya no reside allí nadie de los que yo conocí.   Contemplo la pista de cemento ubicada frente al piso en

Los caminos con baches, mejor en compañía

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 5 mayo 2022 Uno intuye que el trato humano con personas que comparten la aventura del cáncer puede ser primordial. El intercambio emocional de una conversación con médicos, enfermeras, camilleros, otros pacientes o sus familiares, ayuda bastante. Ayer, por la tarde, acudí a la primera jornada del taller de nutrición sobre el cáncer. La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) dispone de un local en el primer piso de la calle Río Alzania 31, ubicado en el barrio de Azpilagaña. En la entrada colgaba un gran cartel con el lema “ Los caminos con baches, mejor en compañía ” .   Cuando llegué al lugar de la ponencia ya había una decena de mujeres esperando, sentadas en sillas dispuestas en semicírculo. A mi lado una de ellas lucía un pañuelo que cubría su cabeza. Su quimioterapia le ha provocado la caída del pelo. Junto a ella, otra mujer vestía una chaqueta verde muy descollante. La charla comenzó puntualmente. La psicóloga, Laura Díaz, habló del valor de la alimentación como hábito soc

Montaña: las ataduras de la libertad

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 3 mayo 2022 Vaya chifladura. A muchos les parecerá un loco. Carlos Soria es un montañero de 83 años que está intentando ascender a la cumbre del Dhaulagiri, uno de los 14 colosos del Himalaya que supera los ocho mil metros de altitud.   La pasión le viene de antaño. De toda la vida. Posee un dilatado historial como escalador. Y ya ha coronado 12 de los 14 “ochomiles”. Lleva casi siete décadas subiendo montañas. Y no cede en su empeño. Su reto actual es tremendo. Incluso lo sería para los mejores y más experimentados montañeros en la plenitud de la vida. A uno le parece un desafío quijotesco. Hilvana los sueños con la realidad. Carlos Soria A muchos alpinistas les seduce la épica. En sus declaraciones, parece que están al borde de la muerte. Quieren llevar las cosas a unos límites extremos. Arriesgan mucho. Se juegan la vida. A uno le parece muy bien. En la montaña se respira libertad. Cada uno decide qué y cómo hacer las cosas. A veces hay egos muy grandes que arrastran hacia la temer

Cuarto ciclo de quimio

 4 mayo 2022 Hoy he comenzado el cuarto ciclo de quimioterapia. En todas las unidades donde administran estos venenos se observan los mismos ruidos. El mismo gorgoteo por el interior de tubos de plástico. El mismo goteo de suero intravenoso. Los mismos pitidos de alarma. Parecidas respiraciones enfermas. El mismo protocolo de anotaciones de los citotóxicos infundidos. Los mismos traqueteos de carritos de medicación. Las mismas tomas de temperatura, saturación de oxígeno y presión arterial. Enfermeras deambulando con idéntico uniforme.   Para acceder al reservorio del Port-a-cath que me implantaron el pasado miércoles, se utiliza una aguja especial llamada “ gripper ” o “ huber ”. No sirven las agujas normales. Por ello ya no tengo que coger número y esperar turno para hacerme analíticas. Me las hacen las enfermeras del hospital de día en la sección de oncología. Va a tener razón el camillero que me dijo que ya era un enfermo profesional. A partir de ahora tendré un trato preferente. M

Juguetes y juegos

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 2 mayo 2022 Me roñan las tripas. Pocas ganas de moverme. Salgo a tomar el sol en un banco de la plaza Félix Huarte. Esta plaza es uno de mis lugares preferidos de Iturrama. Un sitio perfecto para observar sosegadamente la realidad del barrio. La plaza acoge las terrazas de varios bares y cafeterías, a los alumnos del colegio Iturrama y de la escuela de música Sebastián de Albero, a los parroquianos de la iglesia del Corazón de Jesús, a los usuarios de la biblioteca, la piscina cubierta, el auditorio y los cursos del Civivox. Sus jardines se hallan custodiados por numerosos bancos, unos ubicados al sol y otros a la sombra, muy valorados por la población más envejecida, que es mayoritaria en Iturrama. Sentado en uno de ellos, cerca del parque infantil, resuenan rítmicamente los impactos de fuertes pelotazos contra la pared del frontón López. Contemplo a tres niños trepando por un andamiaje de cuerdas. Otros dos, más pequeños, hacen cola para deslizarse por el tobogán. Una madre mantien

Retorna el aroma de las lilas a mi jardín

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 29 abril 2022 En el jardín anexo a mi casa revolotean varias picarazas. En sus cortos planeos ejecutan tímidas cabriolas. Visten su cuerpo con un plumaje que combina blancos y negros iridiscentes, acabado en una larga cola de color azul o verde metalizada. Escucho en silencio el suave rumor del aire. Una ligera brisa que agita las hojas de las palmeras. Advierto que algo ha cambiado. Ya no percibo el aroma de las lilas. En nuestro día a día nos guía el sentido de la vista. Pero muchos placeres de la vida permanecen ligados al olfato. El aroma de las lilas que prosperan en mi jardín, en el jardín que con tanto esmero cultivó mi vecino Justo, es una ofrenda de la primavera. Un regalo sugestivo y tentador. Un presente breve y fugaz. Flores púrpuras, violetas y blancas ya marchitas. Su vigor dura tan pocos días que parecen más un suspiro agónico y delicioso. Belleza muy efímera. Por eso no son un trofeo codiciado en los floreros. A las abejas les encanta visitar las lilas tal y como las

Crónica de una jornada hospitalaria

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 27 abril 2022 La prueba PCR de ayer salió negativa. La analítica reveló que el nivel de coagulación en sangre era aceptable. La ecografía de esta mañana ha indicado que mi corazón está resistiendo los venenos de la quimioterapia sin excesivo daño. No obstante Isaías Curiel, el cardiólogo, me ha citado en agosto para otro nuevo control. Como las venas de los brazos las tengo muy castigadas, me han administrado suero pinchando una vena en la mano izquierda. En el quirófano, con anestesia local, me han practicado una incisión en la piel por debajo de la clavícula derecha. La operación para implantarme un Port-a-cath ha durado 50 minutos. Tras darme los puntos de sutura, la doctora A.A. me ha comunicado que la intervención se ha desarrollado sin contratiempos. Que debo quedar ingresado en observación tres horas más para descartar un neumotórax. Un Port-a-cath es un aparato que dispone de un reservorio de titanio, un puerto del tamaño de una moneda de un euro, que me han colocado por deb

Acompañado por la imaginación

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23 abril 2022  La vida reposada permite análisis más minuciosos. Favorece la creatividad. Desde que vivo más lento, desde que le concedo más tiempo al pensamiento, tengo percepciones que antaño me pasaban desapercibidas. Sospecho que mis sentidos se han afilado. En un banco de la plaza Félix Huarte una niña jugaba sola. Le acompañaba un muñeco al que insuflaba vida con su imaginación. Hablaba y, después, moviendo la cabeza del muñeco, respondía con otro tono de voz. Me ha alegrado apreciar que la niña no estaba sola. Volviendo a casa pensaba que, como la niña, uno también agradece la compañía de la imaginación. Dicen que entre tinieblas la fantasía es más valiosa que a plena luz. Quien es mordido por el dolor, busca consuelo inventando, fabulando figurando. Busca refugio en la ilusión. Uno se alivia fantaseando cuando lee, cuando escribe, cuando mira el paisaje. La imaginación ayuda a ver las cosas desde otras perspectivas. A esculpir una realidad menos áspera. ¿Puede ser la fantasí

¿Por qué oculto mi fragilidad?

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 21 abril 2022 Anteayer, en la calle Pedro I, me encontré con M., antiguo compañero de trabajo (...). A su protocolario saludo inicial de "¿Cómo estás?", le contesté a bocajarro que arrastraba un cáncer de colon. Él me respondió, sonriendo, que padecía otro de próstata. La conversación se mantuvo alegre. Hasta jocosa. Me contó que su incontinencia urinaria, su descontrol de los esfínteres, le urgía a orinar detrás de los árboles. Y que llevaba siempre consigo un informe médico para justificarse. Ayer, paseando por la calle Serafín Olave, me topé con P. Hacía ya muchos años que no nos veíamos. Lo encontré tan delgado como antaño, con menos pelo, pero bastante más enardecido y locuaz. Percibí emoción en su voz al revelar que continuaba recordándome. Insistió en que todavía le contaba muchas veces a su mujer nuestras peripecias en busca de retos por las montañas. Que nunca después encontró un compañero como yo. Que siempre fui para él un ejemplo de austeridad y sencillez. Me

Mi vecino Justo

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 20 de abril de 2022 En muchos ámbitos de la sociedad pasan casi inadvertidos. Pero en Iturrama, en horario laboral, son los que dominan las calles. Cuando la fortaleza de la luz va atemperando la frescura matinal, comienzan a salir. Con ritmos pausados, algunos renqueantes, apoyados en sus bastones, otros con andadores o en sillas de ruedas, los ancianos caminan un poco antes de ir buscando asiento en los bancos mejor ubicados al sol. Los ancianos van migrando poco a poco, como las cabezas de los girasoles. Por las mañanas en la solana de la calle Abejeras. A primera hora de la tarde, si el calor aprieta, se van desplazando hacia los bancos situados en la umbría, orientados hacia la calle San Juan Bosco. Aquí se respira frescor, a la sombra de un jardín densamente poblado con pinos y cedros, alguno de los cuales supera en altura los ocho pisos del edificio donde vivo. Si sopla el viento están más concurridos los bancos de la plaza Félix Huarte. Cuando viene del norte, los más resgua

Volver a caminar por el monte

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 10 de abril de 2022 Aprovechando mi semana de descanso de la quimioterapia, como me encuentro bastante mejorado, salimos de excursión. Hoy Marimar carga la mochila. Yo, con las manos en los bolsillos, exultante de alegría. Caminamos bordeando campos de cereal. Campos de cereal que crecen donde antaño prosperaron bosques de quejigos. Todavía rabiosamente verdes, cultivos de trigos y avenas, acariciados por un sol tibio. Sus bordes se engalanan con bellísimas pinceladas azules de verónicas, nomeolvides y globularias. También puntean de amarillo las potentillas y los ranúnculos. Más arriba, retamas, arces, fresnos, majuelos, yezgos, lantanas. Miro un arce especialmente viejo, cubierto de líquenes. Soporta también al muérdago que lo parasita y se alimenta de su savia. Me provoca una especial ternura. Me acerco a acariciar su tronco. Resiste bien erguido pese a su debilidad. Encarará su futuro sin la menor queja. Brotando cada primavera nuevas hojas. Dando frutos mientras pueda. Sin estr

Sobre la guerra

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14 de abril de 2022 Me ha impactado ver un reportaje donde condecoraban, con medallas al mérito militar, a unos jóvenes soldados rusos amputados de piernas o brazos como consecuencia de las heridas de guerra. Sentados en sus sillas de ruedas, escuchaban con el tronco erguido a su ministro de defensa. Con gesto serio y arrogante les agradecía los servicios prestados en la operación militar de Ucrania. Con voz firme y solemne decía que sus sacrificios afianzaban la seguridad de la gran nación rusa que sería liberada del nazismo y de la influencia de occidente. (...) Imagen del vídeo al que se refiere Josean Somos seres sociales. La patria y otras milongas favorecen la cohesión de grupos humanos. Pero una conducta excesivamente gregaria puede conducir a muchos individuos a la aniquilación. Uno piensa con tristeza en las exaltadas experiencias revolucionarias sudamericanas. O sin salir de casa, en ETA. Grupos cohesionados en torno a un relato con una mezcla explosiva de patriotismo e ideal

Homenaje a la radio

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  8 de abril de 2022 Cada mañana me desperezo con ella. Mi tiempo de escucha de radio se ha incrementado desde que me diagnosticaron el cáncer. Me agrada mucho el programa “ Documentos ” de Radio 5. Los fines de semana sintonizo “ No es un día cualquiera ”, programa que dirige Carles Mesa en RNE. Me gusta Radio 5 en general. A las 10 de la noche, ya acostado, atiendo últimamente unos análisis bien documentados en la SER. Como me cuesta dormir, a continuación, en la misma cadena, me entretengo con “ El larguero ”. Pero si, como me ocurre cada vez más habitualmente, me saturo de ruido deportivo, contrasto las noticias escuchando “podcasts” de Onda Cero o la COPE. Joselín, un vecino de mi abuela en Garínoain, fue una persona muy ligada a la radio. Perdió la vista en su niñez en un desgraciado accidente con una azada. En la década de los 70 vivía con su padre, el señor José, un malhumorado hombre que enviudó tempranamente. El señor José caminaba encorvado. Era tosco, cascarrabias, parco en

Belleza, la mirada adecuada

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  21 de abril de 2022 La nieve me ha acompañado después en bellísimas jornadas de alta montaña. Buscaba naturaleza intacta. Abrir camino con paso firme hacia los paisajes blancos. Aquellas excursiones me apasionaban tanto que, para tratar de retener las emociones, me dediqué un tiempo a reseñarlas. Actualmente solo conservo un cuaderno que titulé “Caminando por los ibones del valle de Tena”. Lo escribí en 1994. Hoy, en esta mañana de frío y nieve, me he entretenido releyendo parte de aquellas experiencias blancas. Voy a transcribir una de las que me han parecido más poéticas. Me ha hecho revivir la emoción que siempre he sentido subiendo a las montañas. Lo escribí en una caminata desde el balneario de Panticosa al ibón de Bachimaña Alto, a 2200 metros de altitud, el día uno de mayo de 1994. Hace ya 28 años. “Agua, movimiento, agua. El agua, motor de vida, ha comenzado a fluir. El sol es el carburante que la pone en marcha; la nieve, su reserva. Cascadas que bullen, aguas apresuradas, e